La gastritis es la inflamación de las células de la mucosa del estómago, es poco frecuente en niños (le puede dar a 5 niños de 10.000), lo que sí es frecuente es que cualquier molestia del estómago algunos profesionales de la salud diagnostiquen a un niño como gastritis; cuando presenta dolor localizado por encima del ombligo tipo ardor que se calma o se exacerba con algunos alimentos y le administran medicamentos antiacidos por largos periodos de tiempo que pueden tener efectos secundarios importantes en el estado nutricional de los niños
Aunque la mayoría de las veces el tratamiento se inicia teniendo en cuenta los signos y síntomas que sugieren el diagnóstico.
El diagnostico de gastritis se debe hacer practicando una endoscopia-biopsia del estómago, y su tratamiento debe ser indicado por gastroenterólogo pediatra o pediatra por un tiempo no mayor de 6 semanas (niños y adultos) con medicamentos que bloquean por completo la secreción de acido clorhídrico, que cuando se dan por mucho tiempo pueden desnutrir a un niño o un adulto, porque el ácido clorhídrico es la secreción del estómago necesaria para que los alimentos inicien su digestion y sean fácilmente asimilables a lo largo del tubo digestivo.
Cuando sospechar que un niño tiene gastritis:
Dolor tipo ardor, dolor al tocar “la boca” del estómago.
Sensación de llenura u opresión.
Nauseas o vomiton frecuentes.
Sangrado digestivo.
Acidez (pirosis)
Perdida del apetito.
Mal aliento.
Pérdida de peso.
Al comer algunos alimentos le produce dolor.
Anemia
La causa más frecuente en niños es la producción excesiva de ácido secundaria, infecciones virales (citomegalovirus, virus influenza, herpes, Epstein-Barr). Bacterias (micoplasma, Helicobacter pylori). Parásitos ( giardia lamblia). Hongos (candida). Alergias (gastritis eosinofilica). Enfermedad renal. Ingesta accidental de cáusticos. Radiación etc.
Merece especial atención el Helicobacter Pylori, la via de contaminación puede ser de persona al niño (madre o padre infectados), también por contaminación de alimentos con materia fecal, la boca es un reservorio natural de H. pyroli.
Recomendaciones generales:
Ante la sospecha consultar oportunamente por la consulta externa.
No automedicar a los niños
El pediatra indicará el tratamiento más adecuado y decidirá según evolución la realización de endoscopia de vías digestivas y otras ayudas diagnósticas según su criterio clínico o remisión a gastroenterología pediátrica.
Realizar el tratamiento indicado por el medico y solo por el tiempo indicado.
Adecuados habitos alimentarios.
Si tienes más preguntas sobre este tema, contáctate conmigo en reyba8@gmail.com
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