Muchos niños son calificados como hiperactivos; por sus propios padres, maestras que no los soportan (pero son muy importantes para sospechar el diagnóstico y alertar a los padres) y médicos que no conocen o no aplican los criterios diagnósticos establecidos por especialistas (psiquiatras y neurólogos pediatras). La mayoría no son hiperactivos y solo “son locos chiquitos”.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un trastorno que se manifiesta en la infancia con síntomas de hiperactividad, impulsividad y / o falta de atención. Los síntomas afectan el funcionamiento cognitivo, académico, conductual, emocional y social
Los síntomas de hiperactividad e impulsividad se observan típicamente cuando el niño alcanza los cuatro años de edad y aumentan durante los siguientes tres a cuatro años, alcanzando un pico de gravedad cuando el niño tiene entre siete y ocho años de edad. Después de los siete u ocho años de edad, los síntomas de hiperactividad comienzan a disminuir; en la adolescencia, pueden ser apenas perceptibles para los observadores. Por el contrario, los síntomas impulsivos suelen persistir durante toda la vida. Los síntomas de impulsividad en los adolescentes incluyen el uso de sustancias, conductas sexuales de riesgo y problemas de conducción de vehiculos.
Los síntomas de hiperactividad e impulsividad pueden incluir :
Inquietud excesiva (p. Ej., Dar golpecitos con las manos o los pies, retorcerse en el asiento)
Dificultad para permanecer sentado cuando se requiere sentarse (por ejemplo, en la escuela, el trabajo, etc.)
Sentimientos de inquietud (en los adolescentes) o de correr o trepar de forma inapropiada en los niños más pequeños
Dificultad para jugar en silencio.
Es difícil mantenerse al día, parece estar siempre "en movimiento"
Hablar en exceso
Dificultad para esperar turnos
Dar respuestas demasiado rápido
Interrupción o intrusión de otros
La falta de atención - El subtipo predominantemente desatento se caracteriza por una capacidad reducida para centrar la atención y la reducción de la velocidad de procesamiento cognitivo y responder. Los niños con el subtipo de falta de atención a menudo se describen con un ritmo cognitivo lento y, con frecuencia, parecen estar soñando despiertos o "distraídos". Las típicas quejas que se presentan se centran en problemas cognitivos y / o académicos.
Los síntomas de falta de atención no suelen ser evidentes hasta que el niño tiene entre ocho y nueve años. Este retraso puede estar relacionado con una menor sensibilidad de la evaluación de los problemas de atención o una mayor variabilidad en el desarrollo normal de las habilidades cognitivas. De forma similar al patrón de impulsividad, los síntomas de falta de atención suelen ser un problema de por vida. En los adolescentes, los síntomas de falta de atención pueden provocar dificultades académicas
Los síntomas de falta de atención pueden incluir:
No prestar mucha atención a los detalles, errores por descuido
Dificultad para mantener la atención en el juego, la escuela o las actividades del hogar.
Parece no escuchar, incluso cuando se dirige directamente
No cumple con las tareas (p. Ej., Tareas, quehaceres domésticos, etc.)
Dificultad para organizar tareas, actividades y pertenencias.
Evita tareas que requieren un esfuerzo mental constante
Pierde objetos necesarios para tareas o actividades (por ejemplo, libros escolares, equipo deportivo, etc.)
Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes
Olvido en las actividades de rutina (p. Ej., Tareas, quehaceres domésticos, etc.)
Las Asociaciones médicas han definido criterios de consenso para el diagnóstico de déficit de atención e hiperactividad. Para los niños menores de 17 años, el diagnóstico requiere de 6 o más síntomas de hiperactividad e impulsividad o de 6 o más síntomas de falta de atención (descritos arriba).
Para adolescentes mayores de 17 años y adultos, se requieren 5 o más síntomas de hiperactividad e impulsividad o 5 o más síntomas de falta de atención. Y deben:
Ocurrir a menudo
Estar presente en más de un entorno (p. Ej., Escuela y hogar)
Persistir durante al menos seis meses
Estar presente antes de los 12 años
Deterioro de la función en actividades académicas, sociales u ocupacionales.
Ser excesivo para el nivel de desarrollo del niño.
El pediatra aplicará los criterios diagnósticos y realizará los diagnósticos diferentes que se pueden confundir con el déficit de atención e hiperactividad (superdotados, hipoacusia, retraso mental, tics, autismo, trastorno del lenguaje etc.).
El diagnóstico definitivo de hiperactividad y déficit de atención lo realiza un especialista (p. Ej., Pediatra del desarrollo y comportamiento, psiquiatra infantil o neurólogo infantil) e indicará si considera necesario exámenes adicionales como tomografía o resonancia magnética del cerebro, electroencefalograma y pruebas metabólicas o toxicológicas.
Fuente: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad en niños y adolescentes: características clínicas y diagnóstico
Autor: Kevin R. Krull, doctorado
Si tienes más preguntas sobre este tema, contáctate conmigo en reyba8@gmail.com
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