La Rubeola es una enfermedad eruptiva viral también llamada “Sarampión alemán”. En 2004, la rubéola fue declarada oficialmente eliminada de los Estados Unidos; en 2015, la rubéola se eliminó de las Américas. La región de las Américas ha mantenido la eliminación de la rubéola y el síndrome de rubéola congénita. En julio de 2020, 173 de 195 países (89 por ciento) habían introducido vacunas contra la rubéola en los programas de inmunización, y 84 (43 por ciento) países habían eliminado la transmisión de la rubéola. A pesar de este progreso, los casos de rubéola continúan ocurriendo, con 14.621 casos ocurridos en todo el mundo en 2018. Los casos mas frecuentes de rubéola se registran en países africanos y Asia.
Referencia imagen: libro clínico AIEPI 2012.
la rubéola se adquiere mediante la inhalación de aerosoles de partículas grandes infecciosas y, por lo tanto, aumenta con el contacto cercano y prolongado con personas infectadas. Las personas infectadas pueden diseminar el virus y ser potencialmente contagiosos durante una o dos semanas antes de que aparezca el broto. En muchos casos, la infección por rubéola no da síntomas y nunca se reconoce la diseminación y la infecciosidad del individuo infectado. La eliminación del virus disminuye con la aparición de la erupción.
Las manifestaciones clínicas de la rubéola son generalmente leves y muchos casos son poco evidentes o asintomáticos. La enfermedad en los niños tiende a ser más leve que en los adultos, con menos síntomas y complicaciones.
Los síntomas incluyen fiebre, tos, dolor de cabeza, dolor muscular, lesiones en el paladar maculares (manchas) rojas o moradas llamadas (signo de forscheimer), broto maculopapular (manchas y pápulas) rosado que inicia en cara y le disemina luego a todo el cuerpo, rasquiña y aparición de adenopatías (ganglios inflamados) grandes en la nuca duras y dolorosas; llamado “cuello de búfalo”. La infección adquirida por una mujer embarazada es muy grave para el bebe en formación; producir graves malformaciones y la muerte.
Referencia: Rubéola Autor: Morven S Edwards, MD
Recomendaciones para consultar:
Siempre al servicio de consulta externa no a urgencias; para llenar ficha epidemiologia y dar indicaciones de manejo
El niño se ve mal
No come absolutamente nada.
Vomito persistente.
Muy dormido difícil de despertar.
Fiebre alta persistente.
Niño con enfermedad crónica pulmonar, cardiaca o renal, parálisis cerebral y desnutrición.
La ansiedad de los padres supera cualquier explicación razonable.
Recomendaciones de manejo:
Alimentación normal según tolerancia.
Vacunación con la triple viral y los refuerzos
Abundantes líquidos.
Baño diario.
Aislamiento del niño para personas no vacunas o con defensas bajas.
Evitar contacto con mujeres embarazadas.
Aseo frecuente de manos
Manejo adecuado de secreciones del niño.
Medicamentos para la fiebre a la dosis indicada por el medico
antihistaminicos para la rasquiña a la dosis indicada por el medico
Lociones o cremas tópicas hidratantes a base de calamina o acetato de aluminio
Si tienes más preguntas sobre este tema, contáctate conmigo en reyba8@gmail.com
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